Los cuidados son parte fundamental de la vida de los infantes y por ende de la escuela.

Durante estos encuentros, prima su bienestar y confortabilidad, así como la satisfacción de sus propias necesidades: alimentación, higiene, descanso y juego, permitiéndoles su colaboración y favoreciendo su autonomía.

En estos momentos hemos de adecuar nuestra actuación a lo que el niño y la niña propone, teniendo una escucha activa hacia lo que nos cuenta, interpretando sus señales. Para ello es preciso establecer un contacto visual, cuidando cada detalle y cada gesto, procurando que la secuencia sea siempre la misma, anticipando cada acción, dándole tiempo para que se implique sin forzar y permitiendo su colaboración.

Serán momentos únicos donde se le reconocerá los logros obtenidos o sus intentos por llegar a ellos, haciendo que se sientan acompañados durante toda la jornada.

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